Está demostrado que la cebada es uno de los primeros cereales cultivados por el hombre a lo largo de su historia.
No cabe duda de que es un gran descubrimiento: lo mismo sirve para alimentación humana y animal, para hacer cerveza, o para alimentar la caldera de calefacción y agua caliente de Agroturismo Arkaia.
Una vez quemada, las cenizas de la cebada las utilizamos como fertilizante para el huerto y el jardín (esto es como el cerdo, del que se aprovecha todo!).
Las cenizas son ricas en fósforo y potasio. Y también en micronutrientes.
El único inconveniente es que su carácter alcalino, pH alto, puede resultar un factor limitante a la hora de su aplicación en los suelos alcalinos.
Hasta el momento, los resultados han sido buenos. Hay quien dice que esparcir la ceniza cerca de las plantas sirve para ahuyentar a caracoles y babosas.
Cuando lo comprobemos, lo comentaremos.