Llevábamos mucho tiempo esperando que nuestro Ayuntamiento nos diese una solución para el tratamiento de la fracción orgánica de los R.S.U.
Habíamos asumido un compromiso de responsabilidad ambiental en la minimización, la separación y el tratamiento adecuado de los residuos de nuestra actividad empresarial y doméstica, pero nos encontrábamos conque el sistema no estaba preparado para acompañarnos en nuestro compromiso.
Son muchos los residuos orgánicos que generamos tanto a nivel doméstico, de nuestra actividad de agroturismo y del mantenimiento de los jardines, setos y plantas, pero también los restos de la cosecha obtenida en el huerto. Sin olvidarnos de la ceniza de nuestra caldera de biomasa, que también queremos compostar.
Como nos hemos cansado de esperar una solución que lleva muchos años prometiéndose desde la Administración y que parece que le va a costar materializarse, hemos optado por implementar nuestro propio sistema.
Comenzamos adquiriendo un trituradora de restos vegetales que permita reducir el volumen y facilitar el proceso de transformación en compost.
Seguimos por colocar un contenedor diferenciado en el que depositan los restos de frutas, verduras y comida que se producen en el hogar.
y terminamos construyendo un depósito donde almacenar estos residuos y provocar su transformación en compost para después reutizarlo en el huerto o la jardinería.
Es importante calcular el volumen total de residuos que se van a tener que tratar. Si tenemos en cuenta los producidos en el jardín y el huerto la cantidad es considerable, por ello optamos por un depósito de aproximadamente cuatro metros cúbicos, que hemos construido reutilizando las carcasas de chapa galvanizada y aluminio de unos viejos paneles solares térmicos averiados. El hecho de que se trate de chapa galvanizada y aluminio vendrá bien para evitar la corrosión.
Empezamos la experiencia, ya os iremos contando.