Hace apenas unas semanas tuvimos la suerte de estar con
Iñaki, coincidimos en un encuentro para hablar del urbanismo y del futuro del
municipio de Vitoria-Gasteiz.
Como siempre que coincidamos, charlamos de manera distendida
y cercana, también sobre su salud, ya sabíamos que estaba algo delicado, a pesar
de la discreción con que lo sobrellevaba. Lo que no imaginábamos es que sería la
última conversación que mantendríamos.
Recuerdo cuando le conocimos por motivos profesionales,
redactando el proyecto de rehabilitación del viejo caserío que ahora es nuestro
agroturismo.
Nos quedamos sorprendid@s de que un arquitecto de su
trayectoria profesional, con proyectos tan emblemáticos en su currículum como el
Palacio de Justicia de Vitoria-Gasteiz, o la facultad de
Filología-Geografía-Historia, las bodegas Baigorri y así un largo etcétera de
edificios premiados y reconocidos, nos dedicase su tiempo y su talento.
Esa impresión inicial, mezcla de genialidad y humildad que se
puso de manifiesto en aquel primer encuentro de trabajo, se correspondía con su
perfil personal, inteligente y discreto, brillante y humilde.
Podría haber sido un arquitecto estrella al nivel de los más
reconocidos, de aquellos que se rifaban las administraciones públicas para el
diseño y la construcción de sus "nuevas pirámides", pero su profesionalidad,
honestidad y coherencia personal le impedían dedicar tiempo al autobombo,
prefería dedicarlo al trabajo en su estudio de arquitectura, a las visitas a pie
de obra analizando "in situ" hasta el más mínimo detalle y asumiendo ideas y
propuestas sobre la marcha con una predisposición para atender las necesidades
del cliente no muy habitual en su gremio.
Innovador en el diseño y los materiales y sin embargo
diseñando y construyendo edificios pensados para las personas.
Comprometido con el medio ambiente y la sostenibilidad desde
la perspectiva de la eficiencia energética y mediante la incorporación de
materiales naturales y nobles como la madera, de la que era un apasionado
defensor.
Recordamos también varias conversaciones en las que
coincidíamos en la crítica a la equivocada tendencia a contratar los servicios
de arquitectos " estrella mediáticos" por las Administraciones, dejando de lado
el talento de los profesionales de nuestra ciudad.
Una de esas personas con talento, con una amplia lista de
obras importantes en la ciudad, era precisamente Iñaki Aspiazu.
Quienes hemos tenido el privilegio de conocerle perdemos un
amigo, pero todos en general perdemos el talento, la creatividad y la honestidad
de un gran arquitecto y mejor persona.
Iñaki Goian Bego!