El final del verano y el inicio del otoño es un periodo marcado por la generosidad de la naturaleza, especialmente del reino vegetal respecto al reino animal. Las semillas, los frutos maduros constituyen un alimento esencial para que los animales puedan afrontar la crudeza del invierno con garantías de supervivencia. También es un buen momento para recolectar frutos que se pueden consumir directamente o bien utilizarlos para la elaboración de mermeladas, zumos o jarabes.
Una de las plantas más desconocidas por sus aplicaciones para la salud y también para la elaboración de jarabes y mermeladas es el saúco (Sambucus nigra) la precaución en su utilización está relacionada con el parentesco y el enorme parecido de esta especie con el (Sambucus ebulus, yezgo o saúco menor) que a pesar de su similitud es tóxico.
Sambucus ebulus, yezgo o saúco menor, "el tóxico"
Sambucus nigra, "el bueno"
Hay un par de detalles que permiten diferenciar el saúco del yezgo.
El primero es el porte, mientras el saúco es un arbusto de tallos leñosos que incluso en ocasiones tiene porte arbóreo, el yezgo sin embargo es una planta de textura y porte herbáceo que en suelo fértil suele alcanzar hasta 1,50 metros y en el otoño suele presentar un aspecto lacio e incluso rastrero.
El otro detalle importante es el olor que desprende la vegetación. En el caso del saúco al presionar las hojas se desprende un olor agradable mientras en el yezgo el olor es intenso y desagradable, un buen indicador de su toxicidad.
Este año en Agroturismo Arkaia hemos elaborado con las bayas del saúco una deliciosa mermelada, mezclando con manzana en una pequeña proporción para corregir la acidez y darle una textura más agradable.
Las propiedades medicinales del saúco van desde el tratamiento de la dermatitis, la fiebre o las dolencias de garganta hasta el reuma y la gota.
Como decía Hipócrates : Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento.
Pues eso con la mermelada de saúco: ¡Salud y buen apetito!