Partimos del Agroturismo Arkaia a pasar el día en el Valle de Valdegovía-Gaubea.
Tomamos la carretera A-132 hacia Vitoria-Gasteiz. En el cruce de Elorriaga, nos incorporamos a la N-104, dirección Donostia-San Sebastián.
En pocos kilómetros encontramos el cruce a la izquierda hacia la autovía N-I.
Pronto abandonamos esta vía rápida hacia Estarrona-Los Huetos (A-3302).
A la derecha dejamos Mártioda, cuya torre de los Hurtado de Mendoza destaca sobre el promontorio ocupado por el pueblo. Allí también se encuentra el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, un verdadero hospital para animales atropellados, víctimas de disparos o de expolios de nidos, envenenados, donde si se restablecen con éxito, son devueltos a la naturaleza.
También a la derecha vemos la Casa-Torre de Mendoza o Torre del Infantado, construcción que data del siglo XIII, de planta rectangular rodeada con una muralla que posee torreones en sus esquinas (actualmente no está abierta al público).
Trespuentes bien merece una parada para visitar a su puente romano de 13 arcos sobre el río Zadorra.
Y además, desde allí se puede visitar el yacimiento arqueológico de Iruña Veleia, cuyos restos abarcan una superficie de más de 100 ha y alberga los restos de época romana más significativos de la provincia de Álava y de todo el País Vasco. También conserva importantes evidencias de la etapa prerromana.
También desde Trespuentes nos podemos acercar al Jardín Botánico de Santa Catalina, donde existen las ruinas del Convento de Santa Catalina, antiguo hogar de frailes Jerónimos, y posterior refugio y fortaleza en las Guerras Carlistas.
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Continuando nuestro camino se encuentra Víllodas cuyo puente, más modesto que el de Trespuentes, también nos permite acceder al yacimiento de Iruña Veleia.
Siguiendo la A-2622, cruzamos Nanclares de la Oca, Pobes, Paúl, … y podemos desviarnos hacia Arreo para ver el Lago de Arreo / Caicedo de Yuso, que es el lago natural más importante del País Vasco, situado en las inmediaciones de los pueblos de Arreo y Caicedo de Yuso, a escasos kilómetros del río Ebro.
Seguidamente, encontramos Salinas de Añana, que debe su nombre a la explotación de la sal, ya que posee manantiales de agua salada que forman el río Muera, debidos a que los cursos subterráneos de agua atraviesan sedimentos de sal antes de salir a la superficie.
Actualmente se pueden visitar las antiguas salinas acudiendo a la oficina de acogida al visitante, cuya forma imita la de un casco de barco invertido.
Otros monumentos destacables de la localidad son el convento de Comendadoras de San Juan de Acre de origen templario, la iglesia de Santa María de Villacones (siglos XIII al XV), la medieval Casa Palaciega de los Ozpinas y el barroco Palacio de los Herrán (siglo XVII).
A continuación, y si nos atrae el románico, podemos ver el templo de Tuesta, un ejemplar magnífico, representativo en Álava de la época de transición del arte románico al gótico (s. XII y XIII). Su portada, que es uno de los más claros exponentes del arte románico en la provincia, posee una serie de ángeles y humanos, fieras y monstruos, aves y vegetales.
En el siguiente cruce a la derecha nos acercamos a Espejo, localidad con una serie de casas de carácter rural con una arquitectura clásica de la zona, donde destacan algunos edificios señoriales con fachadas blasonadas (siglos XVI y XVIII), una casa-torre medieval, la iglesia parroquial de planta circular, y el puente que enlaza los dos barrios existentes.
Desde Villanañe se puede acceder al Santuario de Angosto, complejo constituido por una serie de modernos edificios que acompañan al templo parroquial restaurado en el que podemos apreciar su primitiva construcción gótica. Está situado en un bello parque natural dotado de mesas, bancos y asadores. Junto al río se sitúa la gruta, en la que, el Pastor Hernando Martín, según la tradición, halló la imagen de la Virgen en el 1089.
También en Villanañe se encuentra la Torre de los Varona, espectacular ejemplo de arquitectura militar del s. XIV, recién restaurada, forma un conjunto histórico en el que caben distinguir el Palacio y la Torre. La edificación está rodeada por un muro almenado y un foso con agua (posibilidad de visitas guiadas).
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Muy cerca se encuentra Villanueva de Valdegovía, con algunos edificios notables (Ayuntamiento, iglesia parroquial, casa palacio, etc.)
Desde aquí podemos acercarnos al Parque de Valderejo, que alberga una gran diversidad de ecosistemas y paisajes (escarpes rocosos, el valle del río Purón, cultivos y prados, bosques de pino silvestre, encinares y hayedos).
Y también, si todavía quedan ganas, se puede visitar el Museo del Agua de Sobrón o seguir la carretera que une la localidad con el valle de Tobalina burgalés y que discurre paralela al pantano de Sobrón, entre unas escarpadas montañas.
